Como si una eternidad tirara, por Florencia Abbate



Como si una eternidad tirara, sin pestañar

un paquete de algo blando



nos alimentamos de un tibio sueño blanco



y tus sueños penetran en mis sueños

o viceversa



simplemente envuelta

en tu felicidad.



Como una bailarina

como un balcón bajo el claro de luna



palpando cada instante que se va para hacerte cambiar



para que sigas tomando de mis manos

esa arena que se escapa



(Hecha de cosas insospechadas

como temer que pudieras perderte en las profundidades de la bañadera

de plástico azul, jugando con patos salvajes de caucho

o haber descubierto una mueca que nos hace reír y repetirla sin parar

o dormir en un cielo de almohadones)



Mis brazos se cargaron de sentido

cuando te conocí



y puse la cabeza en las estrellas



temblor de unos pétalos que el viento remonta…



aquella maravillosa tensión

                   de nuestros cuerpos en la luz



la gran respiración bailada



                   pequeños universos que se encienden y se apagan

parpadeando



Y su belleza, “que a fuerza de ser bella,

promete más que placer”

un tiempo

                   más entero y real.



Acaso era tu aliento en mis mejillas

o la brisa que trae tu tierna

sonrisa saciada.



La mente dormía y se enrulaba

acariciando entre los párpados el suave

palpitar de la atención…



y escuchaba las cascadas de silencio

donde vibra

                   mi risa en la tuya



(Dichosa vanidad el despertar, igual que ahora

la irrealidad de la casa ante este sol

como si hubiera arrastrado hacia adentro

digamos, desde el mar, una pureza del espacio.



Las cosas, cuando son verdaderas,

son de una sencillez perfecta: “perfectamente impenetrables”)



Nos embriagamos de un tibio sueño blanco

tan afinado



que fluye en tus ojos cerrados

hasta que revela, como en filigrana



la dulzura de la vida.





Florencia Abbate (Buenos Aires)


http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-6949-2007-07-14.html

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