La espío hace varios días desde mi ventana aunque
repita siempre la misma rutina de lunes a viernes.
Es por la mañana, apenas las seis media, y ya
juega y barre la vereda con su pequeña escoba.
Luego, ordena sus sábanas, frazada, juguetes,
lápices de colores; los guarda despacio y con
delicadeza en su bolsa de plástico transparente.
Ella trata de no hacer ruido, se corre hacía un costado
de la esquina donde todavía duermen sus compañeros
de la noche, como si temiera despertarlos. Así,
comienza los preparativos para ir al jardín de infantes,
calculo, a unas pocas cuadras. Su madre le arregla
las medias, la peina mientras le abrocha su delantal
azul y blanco a cuadros. Creo que tiene tres o cuatro
años. No sé su nombre pero la conozco hace semanas
aunque ya son varios los días que no la veo por aquí.
Yaki Setton
Buenos Aires, EdM, Abril 2013
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